viernes, 23 de octubre de 2009

EL chico que soñaba con una caja de cerillas y muchos bidones de gasolina




Trenes de ida, vueltas inesperadas, paradas de autobus, olis por la mañana, paseo al estanco, reencuentros con amigos, ojos de cerradura, indiscretas ventanas traseras, perversiones lituanas, berenjenas rellenas, tios pepes que dan risa, amigos que dan la cara, esperemos que a través de las repetidas y dolorosas humillaciones el chaval aprenda las normas.

Mientras tanto intento apagar el fuego...