miércoles, 3 de abril de 2013

Persiguiendo vidas ajenas

Y los niños siguen pensando sin pensar, al pasar la barca me dijo el barquero, helados de vainilla disueltos en bailes de sirope, bailes de salsa entre imágenes corporales, y hay playas, y luces, y soles por la mañana, y mucha sal, y demasiada sal, y demasiada agua, y muchas promesas sin cumplir, y demasiadas cosas sin hacer, y paseos que olvidar, y enormes edificios, y vírgenes y cristos que nos esperan, y gasolineras, y olor a goma quemada, y a perfumes imposibles, y comida, mucha comida, y estrellas y viajes imposibles por el sol...