domingo, 7 de febrero de 2010

El drogu



Las sospechas que tenía sobre los comportamientos humanos a partir de las horas nocturnas se confirman. El individuo es un ser asqueroso, más aún cuando hay poca luz y cree que no lo ven o que los que lo rodean son gilipoyas.

También he descubierto que los asiáticos han venido a españa a vender drogu, si pueden pruébelo, dentro de poco se hará tan famoso como el suchi de los cojones y demás inventos.

Entre Berlín y Lisboa hay una ciudad llamada Pepe, por ella nunca pasa el tiempo, creo que cada vez le va quedando menos, anuncia su cierre, sus horarios, su serrín, su humo, sus tertulianos, sus trofeos, sus persianas bajadas, sus pelusos, sus paredes desconchadas, su grifo de agua siempre abierto, ¿dónde coño irá a parar todo esto?