jueves, 28 de enero de 2010

Caos + orden



Técnica mixta. Enero 2010.

sábado, 23 de enero de 2010

The Mothers of Invention



Esta Sevilla últimamente no es lo que era, los días grises y de frío se alternan con la jodida lluvia. De fondo suena Zappa y su bigote. Creo que tarde o temprano en mi familia siempre se suele llegar a él.

Ventanas en serie, balcones en serie, personas seriadas, la réplica amable a todo esto, estaría compuesta por un Silvio y Sacramento o un Zappa y The Mothers of Invention. Testimonios de algo diferente, del final de un mutismo social, de tener algo que decir y que hacer.

viernes, 22 de enero de 2010

El tiempo lo dirá



Entre agobios de los sin sentidos de la razón. La gente se reparte los bienes relictos o incluso si pueden se dividen hasta a su madre. Asco, amor, odio. Los pájaros mueren cuando van a mear al servicio. Todo cae y todo sigue, incluso tiembla, y deja de ser, o ya había dejado de ser antes. Intentando que no me coman los caníbales. Todo por supervivir al imperio de los imbéciles.

Ya sé quien es Diver.

miércoles, 20 de enero de 2010

Lugares para mear



Cafetería Oly

Mientras iba de viaje en aquel puto vagón de Renfe, oliendo al cabronazo que tenía sentado a mi lado, el muy cerdo estaba sudando como un descosido, y eso no era agua, era más bien el whisky de la noche anterior y por su puta boca no había pasado un cepillo de dientes en varios días, encima se empeñaba en sacarme temas de conversación, así que como si nada, me coloque mis auriculares y los dejé sin sonar, porque realmente no me apetecía escuchar nada, solo intentar pensar en lo que me iba a deparar todo esto. El trayecto no lo había realizado anteriormente, me dirigía a Barcelona, seguramente a que me partiesen la cara, las razones todavía las desconocía, pero algo me decía que el asunto iba a estar jodido. Antes de encontrarme con aquel tipo, tenía pensado en cenar e irme a tomar unas copas, por un pequeño local que recordaba de mi anterior estancia donde servían pastisse y se escuchaba de fondo a Edith Piaff, tenía la estética de los bares de zonas de puerto de hace como un siglo, todo esto propiciaba la conversación y la evasión de la mierda diaria, la luz era escasa, mucho humo, las conversaciones de la gente que ocupaba el local parecían relajadas, lo cual lo hacía un sitio cojonudo para salir de allí jodidamente borracho y feliz, dando vandazos hasta la habitación del hotel.

La última vez que estuve, hará de esto unos 7 meses, fuí a la barra y pedí un whisky con hielo, amablemente pregunté si me podría hacer sonar "Amsterdam" de Brel, la puso enseguida, parecía que a él también le apetecía escucharla con las mismas ansias que yo. Era un tipo cojonudo, las arrugas de la cara y sus largos dedos amarillos por culpa del tabaco, le daban un toque de persona curtida a base de palabras, copas, humo, lágrimas, risas... se me antojaba un buen conversador. Pufff, siempre me pasa igual con el final de esta brillante letra, apuro mi copa y doy una fuerte calada al cigarrillo y pongo mi atención en escuchar esto: "Y cuando ya han bebido bien, levantan la nariz al cielo, se suenan en las estrellas, y mean como yo lloro sobre las mujeres infieles, en el puerto de Amsterdam.

Cuando llegase al hotel esa noche debía preguntar por D.Diver, a saber quien será.

miércoles, 13 de enero de 2010

Del 40 al 1



Con complejo de Fernandisco, con las palabras quemadas y el humor seco. Cuarenta cosas sólo te llevan a una. Para cada cual será la suya, para él todo esto era más simple de lo normal, quizás porque andaba en situaciones complicadas en su vida. Poseía, muy bien resguardada de la visibilidad de los demás, cierta ambrosía, que una vez catada te absorvía casi de por vida. Parecida a la voz como alimento de la difunta Lhasa de Sela, dando de comer al espíritu a través de su garganta, mientras los demás desperdician el tiempo con listas, palabras y hechos absurdos.

miércoles, 6 de enero de 2010

color-field painting



Rebuscando entre las líneas de Barnett Newman, buscando el vacío entre los campos de color, reinterpretando y ordenando lo que rodea. Distintas miradas y puntos de vista con perspectivas oblicuas. Oliendo lo que no consigo o puedo ver, pero... ¡qué coño!, esto huele poco. El cielo en vez de tener puntos, círculos, esferas, elipses o lo que sea que haya por ahí fuera, debería ser más lineal, a Euclides le podrían haber dejado meter mano en el diseño de todo este conjunto.